
Cómo cuidar la salud digestiva de tu bebé: guía completa para padres
Aprende más sobre la digestión en bebés y asegura su bienestar.
La salud digestiva es crucial para el desarrollo de tu bebé. Un sistema digestivo fuerte asegura una adecuada absorción y asimilación de nutrientes, lo que refuerza su sistema inmunológico. Para lograrlo, tu bebé necesita prebióticos y probióticos.
La leche materna es fundamental, ya que no solo aporta los nutrientes necesarios para su desarrollo, sino que también le proporciona prebióticos y probióticos, ayudando a desarrollar una microbiota sana.
Prebióticos y probióticos: aliados para la salud digestiva
Los probióticos son microorganismos vivos, bacterias buenas que favorecen las funciones del intestino y el desarrollo de la microbiota. Los prebióticos, por otro lado, son el alimento de estas bacterias buenas.
Aunque tu bebé es muy pequeño para ingerir alimentos sólidos, los prebióticos y probióticos también influyen en su sistema digestivo a través de la leche materna.
Condiciones digestivas comunes en bebés menores de seis meses
La salud digestiva es esencial para evitar condiciones comunes en bebés menores de seis meses, como cólicos, reflujo y estreñimiento. La combinación de probióticos y prebióticos favorece la limpieza del sistema gastrointestinal, ayudando a eliminar virus y bacterias dañinas.
Trastornos digestivos más comunes en bebés
Cólico
Aproximadamente el 40% de los lactantes tienen cólico durante sus primeros tres meses de vida. Los cólicos pueden complicarse y convertirse en "cólico del lactante", definido como llorar más de tres horas al día, durante tres o más días a la semana, en un lapso de tres semanas. Se ha comprobado que probióticos como L. Reuteri pueden disminuir las horas de llanto.
Regurgitación y pequeños vómitos
El reflujo se identifica cuando los bebés regurgitan la leche que beben. Es recomendable mantener al bebé erguido durante 30 minutos después de amamantarlo.
La regurgitación normal es distinta del reflujo gastroesofágico diagnosticado, que requiere tratamiento médico.
Este trastorno es común en el primer año de vida y suele desaparecer entre los 6 y 12 meses de edad cuando los músculos del estómago se hacen más fuertes.
Algunos consejos para evitar las regurgitaciones son:
- Mantén al bebé en posición vertical media hora después de cada comida. La gravedad ayudará a evitar que lo que acaba de comer suba a la boquita.
- Ofrécele menos cantidades de comida con más frecuencia. Así facilitas el trabajo del esfínter y evitas llenar su pequeño estomaguito.
- Si su malestar se produce constantemente, coloca al pequeño de lado a la hora de dormir, así evitarás que tenga riesgo de ahogarse. En estos casos es muy recomendable consultar con un profesional de la salud.
Diarrea
La primera evacuación de un bebé es de color negro verdoso y se forma durante el desarrollo fetal, puede tener varias evacuaciones así. Después de unos días, las evacuaciones deben tornarse de un color amarillo y deben suceder entre una y dos veces al día si el bebé fue alimentando con fórmula, mientras que, si se alimentó con leche materna, el color es amarillo verdoso y sucede varias veces al día unas horas después de alimentarse.
Debe atenderse de inmediato para evitar deshidratación. Existen diarreas infecciosas que requieren la eliminación de la lactosa en la alimentación del bebé para una recuperación más rápida.
¿Qué hacer?
- Llévalo con el especialista de la salud.
- Hidrátalo bien, ha perdido mucha agua.
- Evita las aguas azucaradas o cualquier alimento con azúcar.
- No le des ningún medicamento que no haya sido recetado por el especialista.
- Consulta al especialista qué puedes darle de comer.
Estreñimiento
El estreñimiento en lactantes se caracteriza por dificultad para evacuar debido a la resistencia del cuerpo a abrir el esfínter anal. Puedes ayudar al bebé flexionando sus piernas hacia arriba y hacia abajo.
Existen ciertos nutrientes que se han visto apoyan una salud digestiva:
- Probióticos, bacterias “buenas” que ayudan a una microbiota intestinal sana.
- HMOs u Oligosacáridos de la leche humana tienen un efecto prebiótico y son el “alimento ideal” de los probióticos, para que puedan ejercer de manera correcta su función.
- Proteínas pre-digeridas, la proteína puede ser difícil de digerir por el intestino aún inmaduro, por lo que si la proteína es “hidrolizada” o “cortada en pedacitos” puede digerirse más fácil.
Es importante consultar al médico para diferenciar entre malestares comunes y trastornos digestivos funcionales.
Consejos para evitar problemas digestivos en bebés
Para reducir problemas digestivos en tu bebé, asegúrate de alimentarlo con leche materna y estar atenta a cualquier síntoma. Algunos consejos para evitar regurgitaciones incluyen mantener al bebé en posición vertical después de cada comida y ofrecerle menos cantidades de comida con más frecuencia.
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